La meditación como manera de apaciguar y ordenar la mente con la idea de afrontar con más paz, energía y posibilidades los desafíos que presenta diariamente la vida profesional y personal. Esa es, en resumidas palabras, la principal razón por la que esta técnica está en auge en diferentes foros laborales y profesionales.
En este artículo indicidmos en las consecuencias positivas de esta práctica y en los motivos de su auge.
Wikipedia, la Enciclopedia de la Ilustración de nuestro tiempo, define la meditación como “una práctica en la cual el individuo entrena la mente o induce un modo de conciencia, ya sea para conseguir algún beneficio o para reconocer mentalmente un contenido sin identificarse con ese contenido, o como un fin en sí misma”.
El caso es que con el término meditación se engloba un conjunto de prácticas que incluyen técnicas diseñadas para promover la relajación, construir energía interna o fuerza de vida y también desarrollar compasión, amor, paciencia, generosidad y perdón.
La meditación se caracteriza normalmente por tener algunos de estos rasgos:
-Un estado de concentración sobre la realidad del momento presente
-Un estado experimentado cuando la mente se disuelve y es libre de sus propios pensamientos
-Una concentración en la cual la atención es liberada de su actividad común y es focalizada en Dios (propio de las religiones teístas)
-Una focalización de la mente en un único objeto de percepción, como por ejemplo la respiración o la recitación constante de un vocablo o de una sucesión de ellos (ejemplo de recitación constante y ritmada de vocablos es la recitación de mantras en el yoga, el más célebre de los mantran o mantras es el que se pronuncia «Oṃ»).
En concreto, la técnica que ahora mismo está más de moda es el mindfullness, una técnica que según la consultora Adeco está logrando reducir en un 78% las bajas por ansiedad y estrés.
Según el Diario Expansión, cada trabajador pierde de media una una hora y media al día en distracciones, lo que supone unas 8 horas a la semana. Frente a este problema, hay soluciones mucho más útiles que el control y la vigilancia. Una de ellas es la formación en mindfullness (cuya traducción literal sería atención plena), una técnica basada en la meditación que enseña a practicar una atención consciente a lo que se hace en cada momento, sin prejuicios ni pensamientos negativos.
Tanto es así que la puesta en marcha de programas de mindfullness han posibilitado que se hayan reducido un 78% los días de baja por ansiedad, estrés o depresión.
El caso es que la oración es una práctica ancestral unida a la mayoría de las religiones (también conocida como oración contemplativa). En ese contexto surgió el mindfullness, técnica de la atención plena, cuya autoría se atribuye al doctor Jhon Kabat-Zinn, quien quiso aplicar de forma laica los beneficios de la meditación budista que había practicado durante 13 años de su vida cotidiana.
En sus investigaciones, trató de razonar científicamente cada beneficio que esta técnica producía en la salud. Más tarde, se le unieron otros investigadores, entre ellos Goleman, el padre de la inteligencia emocional, y el doctor Davidson, otro de los pioneros en mindfulness. Ambos hicieron un viaje de tres meses por India y Sri Lanka y demostraron que las personas que practicaban meditación sufrían menos ansiedad y presentaban más capacidad de atención.
El éxito de esta técnica en EEUU es muy notable, hasta el punto de que está a la orden del día de los hábitos de trabajadores de empresas como Google. Sin embargo, en España sólo un 5% de los trabajadores ha practicado esta técnica según un estudio de Adeco.
Carmen Serra ha listado los beneficios psicológicos que esta técnica genera:
-Produce calma, sosiego y tranquilidad.
-Aumenta la sensación de energía.
-Mejora el estado de ánimo.
-Ayuda a controlar las preocupaciones y a obsesionarse menos por los problemas
-Proporciona una mayor claridad mental. Nos ayuda a analizar nuestros problemas y comportamiento con mayor lucidez.
-Aumenta la autoconciencia y el autocontrol.
-Permite una recuperación más rápida del estrés y mayor capacidad de mantener la estabilidad en situaciones de presión o exceso de demanda social.
-Mejora las capacidades cognitivas: memoria, concentración, aprendizaje y creatividad.
-Facilita el rendimiento académico y mejora el desempeño en el trabajo.
-Aumenta la capacidad de disfrutar a través de los sentidos (ocio y diversión). Incrementa la sensualidad.
-Ayuda a aumentar la confianza en uno mismo. Mejora la autoestima.
-Desarrolla la tolerancia y sensibilidad hacia los demás.
-Mejora las relaciones interpersonales.
-Aumenta la satisfacción con el trabajo.
-Ayuda a nuestro crecimiento personal.
-Contribuye al desarrollo de una vida espiritual.
-Proporciona una mayor satisfacción con la propia vida.
Beneficios para la salud:
-Reduce la tensión arterial y la posibilidad de crisis cardíacas.
-Mejora el sistema inmunológico, reduciendo la incidencia de enfermedades psicosomáticas (úlceras …)
-Ralentiza el envejecimiento y facilita un aspecto más juvenil.
La propia Serra, experta en psicología clínica y autora de varios libros sobre meditación aplicada a la vida diaria, condensa los aportes de esta técnica en que “además de todos los beneficios físicos y psicológicos que el mindfulness puede aportar a nuestra vida, como la reducción de estrés, también nos ayuda a desarrollar actitudes, como la empatía, la compasión, la simpatía, la paciencia, la gratitud, el perdón, la tolerancia o la ecuanimidad. Herramientas que, además de hacernos más felices, son imprescindibles para relacionarnos mejor con los demás, trabajar en equipo y dar la mejor versión de nosotros mismos en el trabajo”.
Fuente sde contenido: https://es.wikipedia.org/, expansion.com y www.carmenserrat.com
Fuente de imagen: http://www.aemind.es/ y http://cuerpoysalud.org/
