La mayoría de los líderes de asociaciones desean hacer crecer su asociación, y la internacionalización es una ruta clara para lograrlo. En los estatutos de las sociedades, raramente, encuentras restricciones geográficas en cuanto a su campo de actividad. Con el boom de eventos digitales durante la pandemia, la mayoría de las asociaciones ya han ampliado su alcance y se han dado a conocer a nivel global.
El simple hecho de que no tengas la palabra «Internacional» en el nombre de tu sociedad no significa que no puedas atraer y comprometer a una audiencia universal.
La transferencia de conocimientos no respeta fronteras, y muchas asociaciones, no solo las más grandes, ya tienen un alcance global.
Entonces, ¿realmente se trata de expandirse globalmente sí o sí porque el resto de las asociaciones lo hacen?
No. Esta necesidad surge como consecuencia del crecimiento orgánico de la asociación a lo largo del tiempo. Ya sea por un aumento constante de la participación en eventos internacionales, o por petición de los propios miembros de esta.
Las recompensas financieras derivadas de internacionalizarse son evidentes. Tu asociación se abrirá a nuevos mercados, fuentes de ingresos, nuevos miembros, ampliación de patrocinadores…
¡Pero ten cuidado! Se debe entender que se trata de una estrategia a largo plazo. Los resultados no serán rápidos. Para que tu iniciativa tenga éxito, es necesario que no tengas prisa. Como líder de una asociación, si quieres dar un salto internacional, debes considerar cada paso que des. Las malas experiencias pueden arraigarse en la memoria organizativa de una asociación y pueden ser difíciles de cambiar: «¡Ya lo intentamos y no funcionó!».
¿Por dónde debes empezar?
La investigación es clave. ¿Existe un nicho de mercado que justifique la inversión inicial de recursos? ¿Existe una visión a largo plazo? ¿Dónde esperas estar en 2 años, 5 años, 10 años?
Tal vez no sea el momento adecuado para embarcarse en una iniciativa global. ¿Hasta qué punto está dispuesta la asociación a adaptar su modelo de trabajo para facilitar el crecimiento global?
El mundo de las asociaciones está lleno de sociedades regionales e internacionales activas en la mayoría de las disciplinas. Quizás, internacionalizar tu asociación suponga desmembrar futuras colaboraciones con el resto de las asociaciones en un futuro. Podría ser más productivo asociarse con ellas en proyectos específicos en lugar de esforzarse por ser global tú mismo.
Internacionalizarse no es sinónimo de esperanza, ni un bien universal para todas las asociaciones. Antes de adentrarte en una estrategia de esta escala, asegúrate de tener un plan establecido y haberte rodeado de los expertos cualificados para ello.
Extraído de Boardroom – The best resource for Associations