9 principios que merecen admiración e imitación de la política empresarial de Apple

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Cada época tiene su mito. Y está claro que uno de los de nuestro tiempo está relacionado con la eficacia, buen gusto y ergonomía que Steve Jobs supo desplegar en Apple. Una armonía tecnológica que ahora encuentra continuidad en la figura de Tim Cook, Director General de la compañía en la que se centra este artículo, nutrido de las reflexiones elaboradas por la web Marketing Directo.
En palabras de Oscar Wilde (reputado escritor, dramaturgo y poeta irlandés del siglo XIX), “la imitación es la forma más sincera de adulación”. En ese sentido la web I Media Connection ha recopilado 9 motivos por los que es pertinente emular a la compañía de la manzana en pos del desarrollo empresarial. A saber:

1) Tenga un propósito claro. Apple siempre ha tenido claro su propósito como marca. Según Tim Cook, el actual consejero delegado de la empresa de la manzana, el propósito de Apple no es otro que crear grandes productos que sean tan sencillos como impactantes. Dueña de un propósito meridianamente claro e inequívoco, Apple mantiene la concentración en lo que tiene entre manos, controla cuidadosamente su ecosistema, promueve la colaboración y está permanentemente a la caza de grandes ideas. Las empresas que, como Apple, tienen claro cuál es su propósito son fieles a su visión y no dejan que las modas (tan seductoras como peligrosas) les distraigan.

2) Hágalo sencillo. La firme apuesta de Apple por la simplicidad se refleja en todas y cada una de sus facetas como marca: en el diseño, en el packaging, en el marketing y en la atención al cliente. Sus productos son auténticas obras de arte pero su interfaz es también increíblemente limpia, simple e intuitiva. Sus campañas de publicidad ponen el foco en los beneficios y las características de sus productos, pero lo hacen haciendo uso de un lenguaje simple y cotidiano que huye deliberadamente del intimidante lenguaje “techie”.

3)Hágalo bello. “Menos es más” es definitivamente el mantra de Apple. Los productos de la célebre marca estadounidense son atractivos, elegantes y pertrechados de múltiples y fascinantes funcionalidades. Es el caso del iPod y del iPhone, que con su simple y bello diseño marcaron un antes y un después en la historia de la tecnología.

4) Ponga el acento en la calidad, no en el precio.
Apple se jacta de ser una marca premium y trata de imponerse a sus competidores no con el precio (sus productos tienen precios elevados) sino con la calidad (que inevitablemente se paga).

5) Hágalo visible. A la visibilidad de Apple, una marca reconocible en todos los rincones del planeta, contribuye también el product placement. Los productos de la compañía de Cupertino pasean su “palmito” en múltiples películas y series de televisión.

6) Cree experiencias. La página web de Apple es sorprendentemente minimalista para una marca global como la empresa de la manzana. La compañía de Cupertino proporciona a sus clientes experiencias de excepcional calidad que son consistentes y coherentes en todos los canales. Desde la primera vez que el cliente interactúa con Apple, la marca le agasaja con experiencias únicas que no le procura ninguna otra marca.

7) Apele a las emociones. Apple es una auténtica maestra explotando en su propio beneficio las emociones del consumidor. Dio buena prueba de ello en el icónico spot
“1984”. Y volvió a hacerlo años más tarde con otra campaña legendaria: “Think Different”.

8) Convierta a los clientes en marketeros. Apple no tiene clientes, tiene sobre todo y ante todo fans entregadísimos que gritan a los cuatro vientos las maravillas de la empresa de la manzana y que, gracias al poderoso “word of mouth”, son los mejores embajadores de sus productos.

9) Cree un ecosistema cerrado. Desde sus inicios Apple apostó siempre por crear un ecosistema cerrado para tener así el completo control sobre las experiencias de sus clientes. Quien compra un iPhone es muy probable que termine comprando también un Mac para cerrar de alguna manera el círculo.