La autoestima es el aprecio o consideración que uno tiene por sí mismo. En un mundo tan cambiante y acelerado como el actual, donde priman requerimientos de todo tipo, a menudo descuidamos este músculo fundamental, generador de bienestar, confianza y eficacia. En este artículo te aportamos algunas estrategias para entrenar e incrementar esa autoestima, tan necesario para afrontar con éxito los desafíos personales y profesionales.
“No conozco el secreto del éxito pero la clave del fracaso es intentar complacer a todo el mundo”. La frase pertenece a Woody Allen, el prestigioso cineasta estadounidense y permite enmarcar con bastante claridad por donde debe discurrir la autoestima, ese surtidor de confianza, alegría y acierto en el desarrollo de las relaciones personales y los proyectos profesionales y personales.
Cuando hablamos de autoestima nos estamos refiriendo a percepciones, pensamientos, evaluaciones, sentimientos y tendencias. Todo ese conjunto volcado hacia uno mismo. Eso es la autoestima y su configuración es tan compleja como necesaria, ya que concierne a nuestro ser y al sentido de nuestra valía personal. Tanto es así que influye decisivamente en nuestra manera de estar, de actuar en el mundo y de relacionarnos con los demás. En Kolokio tenemos muy claro que la clave para disfrutar de un buen equilibrio personal y profesional descansa en aumentar el valor personal ante uno mismo.
En este artículo hemos condensado una serie de pautas y ejercicios para ejercitar esa autoestima:
1) Cultiva tus cualidades interiores. Escribe en una hoja aquellas cualidades que consideras más definitorias de tu personalidad y luego pide ese mismo ejercicio a tres personas muy cercanas en tu vida. Al compilar las respuestas tendrás una interesante guía de cuáles son las facetas que más tienes que cultivar. Al hacerlo verás como tus carencias y limitaciones se diluyen. También es muy interesante que encuentres la manera de potenciar estas cualidades en tu desempeño profesional, para así sacar más rendimiento como ejecutiv@. Expresado de manera hermosa y estimulante: “la religión de todas las personas debería ser la de creer en sí mismos”. Jiddu Krishnamurti, conocido escritor y orador en materia filosófica y espiritual.
2) El otro contribuye a desarrollar tu mejor versión. Leyendo las biografías de Vicente Ferrer o la madre Teresa de Calcuta, uno se da cuenta de que estas personas no tenían problemas de autoestima. Simplemente estaban más centrados en los demás que en ellos mismos. Y al hacerlo se evitaban un montón de complicaciones, incluida la de necesitar la aprobación ajena. Seguramente esas personas se levantaban cada día centrados en cómo iban a ayudar a quien lo necesitase y les ofrecían todo su apoyo.
El otro te ayuda con su compañía a cultivar tus virtudes y limar tus dificultades. Algo que hacemos diariamente con nuestro equipo de trabajo y asociados, y que potenciamos al desarrollar nuestra relación de pareja, de amistad, las familiares y las concernientes al ámbito del ocio compartido o el voluntariado, si cultivamos esta faceta.
3) Aprende a escuchar tu yo interior. Es conveniente desarrollar la habilidad de meditar o reflexionar en silencio, en un ambiente relajado, para saber qué es lo que realmente queremos y nos gusta, tanto en el ámbito personal como profesional.
4) Desarrolla actividades que te hagan sentir bien. Reserva diariamente un espacio de tiempo para desarrollar un hábito placentero: leer, escuchar música, ver cine, meditar, hacer deporte son algunas de las sugerencias. Cada uno debe encontrar aquella que mejor encaje con sus gustos. En suma, cuidarse física y emocionalmente.
5) Trátate a ti mismo como si fueses tu mejor amigo. ¿Cómo reaccionarías, cómo le tratarías si te contase que se siente mal o inseguro?
6) Al finalizar del día piensa en lo positivo que has hecho. Si te gusta escribir, es importante que lo remarques en forma de diario, que pronto se convertirá en una valiosa herramienta de autoconocimiento, afirmación y gratificación.
Fuente de contenido: Wikipedia.com, mapfre.es y elpais.com
Fuente de imagen: wikiHow
