Empleados y miembros son cimientos de una asociación

Los miembros y los empleados son los cimientos de la asociación

en Asociaciones/El Sector/Kolokio por

La crisis del coronavirus ha cuestionado la forma en que las asociaciones atienden a sus miembros. La imposibilidad de realizar grandes conferencias y exposiciones presenciales durante el último año y probablemente durante varios meses más, nos ha obligado a desarrollar nuevos servicios y relacionarnos de manera diferente con los miembros.

A pesar de la ausencia de eventos y reuniones en persona, los miembros de las asociaciones nunca han estado tan comprometidos y activos como durante esta crisis. Las reuniones han atraído a mucha más gente, perfiles más diversos como más mujeres, más jóvenes y de más países, cuando se organizaron de forma remota. Con una promoción activa, una fuerte participación de los medios, numerosos seminarios web y sesiones de formación en línea, una rica producción de documentos de conocimiento e informes de estudio, diversos proyectos de investigación, iniciativas bajo demanda y un seguimiento y cobertura de cerca de los problemas relacionados con COVID.

En tiempos de crisis es fundamental volver a lo básico, a los cimientos de la organización. Y los cimientos de una asociación son las personas: el personal, que trabaja en la asociación y aquellos a quienes servimos, los miembros. Todo lo demás no es más que medios para un objetivo final: eventos, estudios, comités, capacitaciones, seminarios web, proyectos, boletines, etc. son herramientas de participación. Si les pregunta a los miembros por qué se unen a una asociación o qué quieren de ella, nunca le dirán que es para asistir a un evento, contribuir a un proyecto o leer un documento. Lo mismo ocurre con la mayoría del personal, se trata menos del salario o del puesto. Tanto para los empleados como para los miembros, la experiencia de la asociación es clave.

El bienestar de los empleados se trata de comprenderles desde una perspectiva holística. Cuando las personas se encuentran en un estado de bienestar en el trabajo, pueden desarrollar su potencial, ser productivas y creativas, construir relaciones positivas con los demás, afrontar mejor el estrés y hacer contribuciones significativas «. En otras palabras, si aseguramos el bienestar de nuestro personal, haremos a nuestros miembros más felices con nuestros servicios.

El bienestar abarca tres dominios: físico, mental y social. Estos tres aspectos se ven afectados por la crisis. Para ello tenemos que desarrollar acciones que motiven a nuestro personal, que se sientan reconocidos, confiados, empoderados e impactando en la organización; y en el desarrollo personal, ya que perciben que son atendidos a nivel personal y ven oportunidades de crecimiento profesional.

El enfoque hacia los miembros tiene como objetivo responder a sus expectativas ofreciendo una experiencia personalizada. La principal lección que se extrae tras la crisis sanitaria es que debemos estar disponibles, ser proactivos y ser solidarios. En otras palabras, es importante comenzar con lo que la gente quiere y luego desarrollar el servicio adecuado y la experiencia adecuada para ellos. El equipo de la asociación tiene que ser proactivo e ir hacia los miembros. Necesita tiempo, recursos y la experiencia adecuada.

La crisis fue un fuerte recordatorio de que los miembros y los empleados son los cimientos de la asociación. Encontramos formas alternativas de lograr nuestros objetivos enfocándonos en los miembros y preocupándonos por ellos mientras nos preocupamos por el bienestar de nuestro personal.