Este artículo, analiza los riesgos de perseguir las últimas tendencias empresariales y destaca el potencial poco conocido de la inteligencia asociativa. Destaca cómo las asociaciones pueden aprovechar sus cualidades únicas para tener éxito a largo plazo y ofrecer valor en un mundo cada vez más centrado en tecnologías de última generación.
Una de las grandes ironías de nuestro tiempo es que estar “a la última” en los negocios suele ser sinónimo de conformidad. Muchas asociaciones dedican gran parte de su tiempo y esfuerzo a mantenerse al día con las últimas tendencias, con fines lucrativos. La Inteligencia Artificial (y particularmente el ChatGPT) es solo el último ejemplo, un tema que actualmente está siendo muy popular entre las juntas directivas y la administración de las asociaciones, y que seguramente dominará la asignación de recursos futuros y las decisiones en cuanto a prioridad de proyectos. La IA ofrecerá todo tipo de ventajas desde ahorro de eficiencia hasta alteración en los modelos de riesgo. Sin embargo, esto no proporcionará ninguna ventaja competitiva, es simplemente el entorno de nueva normalidad que todas las empresas y asociaciones en todo el mundo deberán adoptar para mantenerse a flote. En los primeros años de Internet, el gurú de «Funky Business», Kjell Nordstrom, afirmó que tener un excelente sitio web equivalía a un baño que funcionara en la oficina: ambos eran «necesarios pero insuficientes para el éxito». Lo mismo se aplica a la competencia de la IA en el futuro. Corremos el riesgo, de que las asociaciones al centrarse solo en la IA, dejen de lado la inteligencia asociativa que siempre han poseído. Hay tres componentes principales de este tipo de IA muy importantes para el éxito: autenticación, plataformas seguras y conocimiento tácito.
Las asociaciones internacionales se encuentran en una posición privilegiada para actuar como autenticadores y certificadores objetivos de habilidades intelectuales y conocimientos agregados dento de sus campos de especialización. En una era en la que la desinformación y las falsificaciones siguen estando presentes, la sociedad necesitará cada vez más fuentes de autenticidad. Cada asociación debería incluir este tema periódicamente en sus deliberaciones estratégicas. En nuestro mundo cada vez más polarizado, existe una necesidad de plataformas seguras, donde puedan tener lugar debates respetuosos, liderados por árbitros objetivos. De hecho, esta debería ser una de las funciones principales de las reuniones de la Asociación, pero casi nunca se declara abiertamente. El conocimiento tácito es quizás el activo menos reconocido que poseen todas las asociaciones: el conocimiento colectivo, el know-how y las experiencias de todos sus miembros. El intercambio de conocimiento tácito es uno de los principales impulsores del compromiso entre los miembros, el nexo que mantiene unidas a las asociaciones. Aprovechar este gran atributo implícito es complicado, pero el primer paso es reconocer su existencia.
La Inteligencia de Asociación no requiere ninguna inversión de capital masiva; se ve impulsada por círculos de confianza que ya poseen las asociaciones. ¡Pero sí requiere una nueva forma de pensar que dé prioridad a atributos intrínsecos que han sido muy poco valorados hasta ahora!
Extraído de European Society of Association Executives